Esculpí tu rostro con versos
tallé tu cuerpo con poemas
hice de ti una imagen de luna llena
cubierta con un manto de estrellas
hice de ti mi noche, mi día
y el lucero que en el crepúsculo mi guía
ahora te marchas sin mirar atrás
creyendo ser feliz en tu infelicidad
poco a poco diluyéndote en tu caminar
como el rio lo hace en el mar.
adiós felicidad, adiós
con tu marcha llega la pereza y el pesar.
Bienvenida tristeza,
en tu melancólico caminar
llegas sin que te sintiera venir
te sentí lejana, pero viviendo en mi,
llegas como llegan los sueños, sin sentir.
Bienvenida tristeza,
sentimiento total y egoísta
de dulzura envolvente como la seda,
silenciosa e inquietante como una fiera,
entraste en mi vida desatando nudos de mi alma,
enredadera de recuerdos que dejan heridas que sangran
que hacen daño y te devoran las entrañas,
recuerdos que me hablan de ti sin pronunciar palabras,
que van dejando gritos ahogados clavados como dagas
gritos guardados en lo más profundo,
transformados en silencios que duelen y no calman,
gritos convertidos en melodías de sonrisas y lágrimas.
Recuerdos que caen de mis ojos como gotas de agua,
llanto para olvidar lo que quema el alma
pero como vivir sin recuerdos,
es como pedir que el rio que detenga el caudal de su agua,
que la luna deje de lucir, o el sol pierda su aura
Bienvenida tristeza, quédate a mi lado
hoy sólo estoy para ti, eres parte de mi vida
dentro de este laberinto de truenos,
de este enjambre de sentimientos,
dentro de este poema que se escribe solo con sueños,
versos jamás escritos, suspirando por un dueño.
Bienvenida tristeza,
trajiste sólo lágrimas a mis ojos,
lamentos a mis desconsolados labios
y un corazón lleno de desencantos,
pero hoy quiero que duermas junto a mi,
estoy cansado y solo quiero dormir.
Buenas noches tristeza,
aunque te vayas, se que volverás a mi
cuando las luces del día veas venir.