Dulce soledad del atardecer,
playa solitaria donde el mar besa mis pies
brisa que acaricia suavemente mi piel
Rumores del mar en una caracola
canto del mar meciendo sueños
Castillos hechos de arena
torreones de esperanza
abatidos por las olas
amor adormecido en una caracola
como el mar en el silencio
refugiado en su concha
Donde nadie lo mira,
lo habita o lo surca.
Y allí donde sus labios se rozaron
donde amar es sin sentido
con pasión y sin calma.
Pero tras la marea el mar
en la caracola su eco guarda
Sin fin
Sin tiempo
Dentro muy dentro.
mientras mis manos van sembrando caracolas
por arenas tibias a la orilla del mar
regadas con rizos de espuma blanca
que recojo de las olas
mientas que las gaviotas acompañan mi andar.
Van mis pies dibujando mis huellas en la arena
y el viento recogiendo en la brisa mi soñar
mientras siembro, diluyo en la siembra mi pena
y de mi pecho brota cristalino un cantar.
El sargazo marino adherido a mis plantas
acaricia mi piel y me dejo llevar
por el verde esmeralda de las algas del mar
que las olas arrastran flotando en altamar.
Caracolas rosadas escapan de mis manos
y quedan enterradas a la orilla del mar...
caracolas marinas, encerrando mil sueños,
pedazos de mi alma que en ellas quedarán.
3 comentarios:
¡¡No tengo perdón de Diós!!!
Hay escrito un poema...
desde el nueve solitario espera
entre caracolas rosadas y arena
en silencios se tambalea.
La espuma no asoma a su orilla
ni hay pasos que recojan huellas
Lágrimas mojan los versos
amargo llanto… estruendo y mar.
Hoy se oye un triste cantar
en torreones de fina arena y sal
el viento asoma con recuerdos
el caminante se aleja,
y se deja llevar.
Rumores llegan del fondo mar
sirenitas alegres le van a esperar
entonan cánticos por bulerías
y ramilletes de rosas para entrega.
Mil disculpas dan al poeta
Larga espera para los versos
Sin dueño
Sin sueños
Ni almas que acariciar.
Hoy se ha leído el poema
Hoy el caminante sereno descansará.
¡No tengo perdón de Diós!!
Como siempre una maravilla y humildemente, con poesía, me permito contestar.
bss
Sueños de mar y arena y de fondo, el rumor de caracolas.
Saludos
Tienen que ser preciosas las caracolas, cuando encienrran sueños tan hermosos.
Un beso.
Carmen
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