Nuevamente, como cada año, trazo rumbo camino al mar, ropa al viento, ya no la necesito.
Caminaré sobre la fina arena, dejaré que en la oscuridad de la noche me envuelva su suave brisa, que el rumor de sus olas me llamen, que me atrape en su aroma a sal, para que mi alma escape del cuerpo envueltas en poesía que va llenando mi espíritu de sensaciones extrañas pero mágicas brotando de mi interior como una sonrisa tierna. Flotare dentro de el, como si formáramos un solo ser. Volveré a sentir la fragancias de pinos, salitre y otras hierbas que envuelven el ambiente a esa hora de la mañana cuando el sol empieza a perfilar sombras. Me sentaré sobre una de las enormes piedras negras que forman el espigón para contemplar el canal que se abre a la inmensidad del azul naciente, contemplaré cómo los veleros se echan a la mar dibujando palomas blancas sobre su faz y como los pesqueros salen a faenar
Y el mar...
Un son de mar que me suena diferente, mar sin tiempo y sin espacio, un mar de soledad inmensa que se confunde con sus aguas infinitas. Sólo ese mar que nos comprende puede medir la soledad de nuestras lágrimas. Ese mar que inunda nuestros ojos con la ternura temblorosa de sus olas, que nos acaricia con de labios de espuma, que escucha sin descanso la silenciosa confesión de los recuerdos bajo un cielo de estrellas y de luna. Mar donde el sol baja a sus aguas al atardecer y recita poemas de amor en su orilla, una luna que se abre en abanico sobre su firmamento y alumbra besos de enamorados. Mar que llama, escucha, y mira, que iluminan sueños con sus estrellas submarinas. Mar que pregunta por nosotros en el lenguaje de sus olas más obscuras sin saber lo que murmuran. Volveré a ese mar que sabe de la soledad de nuestra mente y de los sueños que van a morir sus rompientes.
Marineros, amigos, mi barco zarpa para una larga temporada con el anhelo la ida…. la brisa y las olas serán mi compañía, pero ya sueño con la vuelta y volver a veros como si no hubiese existido mi partida.
UN SENTIDO ABRAZO Y FELIZ VERANO A TODOS .